21 Ene 2011 6 comentarios
Viñetas para la historia (XII). The Spirit. La historia de Gerhard Shnobble
Gerhard Shnobble es un hombre corriente que tras ser despedido del banco donde llevaba trabajando toda su vida decide mostrarle al mundo que puede volar. Confundiéndose entre la acción secundaria protagonizada por Spirit y los ladrones que causaron indirectamente su despido, Shnobble planea entre los rascacielos de la ciudad de Nueva York. En un intento frustrado de abatir a Spirit y sin percatarse de la presencia del protagonista principal, uno de los bandidos acaba a tiros con la vida de Shnobble, que revienta en el suelo sin que nadie haya llegado a observar su maravillosa cualidad.
El relato nos muestra por vez primera a un Eisner contando una historia que va más allá de la mera resolución de un caso delictivo por parte de un justiciero enmascarado o de las andanzas varias de algún personaje secundario al uso. El cuento de Gerhard Shnobble habla de las propias pasiones de Eisner, que nos enseña como en demasiadas ocasiones la humanidad permanece alejada de circunstancias fabulosas protagonizadas por hombres comunes. Escenas excepcionales que nunca serán reveladas y que no tendrán oportunidad ni de pasar al olvido, pues nadie se habrá percatado de su existencia.
The history of Gerhard Shnobble pasará a la posteridad, además de por mostrar al mundo una de las mejores historias jamás contadas en un libro de historietas, por ser la semilla de la cual partirá la obra que terminó de asentar los cimientos de la novela gráfica. El recuerdo de aquel cuento de siete páginas que hablaba de sentimientos consiguió que su autor volviera a dibujar historias. Aunque esta vez, abandonado The Spirit definitivamente, eran crónicas que contaban a los lectores la vida del propio escritor, inquietudes de un hombre no tan común en lo que al arte se refiere que supo revolucionar la industria del cómic y cuyo trabajo, afortunadamente, sí que fue reconocido por la humanidad.
Ene 24, 2011 @ 09:28:57
Que grande fue Eisner. Historia pura del cómic. Adelantado a su tiempo, visionario, rompedor, pero ante todo enorme artista.
Saludos.
Ene 24, 2011 @ 11:48:08
Cada página del Spirit que comenzó a dibujar cuando volvió de la guerra tiene algo de experimentación narrativa que la hace única.
Parece mentira que a estas alturas haya quien todavía diga que Eisner fue uno más del montón.
Ene 24, 2011 @ 13:17:49
¿¿Quién dice eso??.
Ene 24, 2011 @ 15:26:12
Aunque parezca mentira, en más de un sitio lo he leído. Supongo que será por envidia o mala leche, pero decirse se dice. No hay mas que ver aquí en España las barbaridades que se sueltan de uno de los autores que más han hecho por el desarrollo de nuestra historieta. Nos ponemos a recoger bestialidades escritas contra Ibañez y nos quedamos solos.
Convendría recordar también lo que pasó en su propio país cuando quiso publicar “Contrato con Dios”. Y por aquel entonces no podía decirse que fuera un don nadie pues ya se había ganado el respeto de la industria. Que era arriesgado publicar aquello en aquel momento, nadie lo duda, pero era Will Eisner el que estaba detrás y por poco aquella obra no ve la luz.
De todo hay en la viña del Señor 🙂
Saludos.
Ene 25, 2011 @ 18:23:29
Eisner es uno de los más grandes de todos los tiempos. Su grado de experimentación va parejo con su grado de resolución, siempre brillante.
Muchas de sus planchas son auténticas maravillas, imposibles de olvidar.
Es uno de los autores que más admiro.
Ene 25, 2011 @ 20:02:41
Y no es hasta que uno empieza con las primeras historias y acaba con la última que se empieza siquiera a comprender lo grandísimo que fue este autor y lo que significó para todo y todos los que vinieron después.
El mundo del cómic sería totalmente distinto si Eisner nunca hubiera existido.