Fortunato y su perro

Con la creación de la revista Tio Vivo en el año 1957 Conti y los compañeros a disgusto con Bruguera que con él se embarcaron en el proyecto de D.E.R. multiplicaron su trabajo y llenaron las páginas del nuevo semanario de personajes creados para la ocasión. Es en la última página de Tio Vivo, acompañada por otros cinco personajes que aparecían en chistes de una sola viñeta, donde Conti crea la serie Fortunato y su perro, que en una sucesión semanal de escenas cotidianas narraba la especial relación del dueño de la casa con su temperamental perro, que más que animal parecía persona.

Fortunato y su perro presenta un dibujo y un formato donde ya se pueden apreciar la mayoría de rasgos que hicieron inconfundible a su autor y despliega una temática, la de la relación de pareja, con la que Conti ya experimentaba de una forma u otra en series como Apolino Tarúguez y que desarrollará más profusamente de aquí en adelante en trabajos como Aquí tienen a Marcelo con su hermanito gemelo, El Doctor No y su ayudante Sí o de forma más directa en la breve 20 años después del diario catalán La Vanguardia. La relación buscada en esta serie, sin olvidar que el compañero de Fortunato es un animal y que a partir de ahí surgen alguna que otra chanza, es la de un padre y un hijo, presentando al lector el choque entre generaciones y el amor paternal. La carcajada aparece cuando se reconoce en el chiste lo ordinario de esas situaciones conocidas que tan bien ponía de manifiesto Conti en aquellas obras donde se explayaba con una libertad casi total.

El desarrollo de una serie donde los protagonistas eran un perro y su amo no es nueva dentro de la amplia obra de Conti pues ya unos años antes había desarrollado en las páginas dominicales de La Prensa y de Levante las historias de Filiberto y su perro, donde, con un dibujo todavía en desarrollo y un argumento que apenas se extendió en el tiempo, se deja ya adivinar la simiente de donde nacería la obra en este artículo tratada.

Los chistes de Fortunato y su perro se publicaron de forma casi ininterrumpida durante los dos primeros años de la revista Tio Vivo y tras aparecer una temporada de forma entrecortada vuelve a desarrollarse activamente en la última etapa, ya la revista en manos de la editorial Bruguera. Después continuó, aunque impresa en la penúltima página, durante la primera etapa de la segunda época de la revista y no se tiene constancia de nuevas apariciones después del año 1963. Prácticamente todas las ilustraciones se imprimían en blanco y negro con el añadido en la etapa de la primera época de un tercer color plano que sustituía al blanco de fondo, a excepción de la salida al mercado de algún especial donde se aplicaba el color completo.



Tio Vivo número 16 (octubre de 1957)

Tio Vivo número 26 (diciembre de 1957)

Tio Vivo número 27 (diciembre de 1957)



Guión: Conti
Dibujo: Conti
Color: Tricolor/B&N
Editorial: D.E.R.
País: España Páginas: Desc. Años: 1.957/1.963