Amapolo Nevera


Hacia marzo de 1952, de la mano de Carlos Bech y Guillermo Cifré, nace en las páginas de la revista El DDT el considerado como más astuto picaruelo de todas las revistas que por aquella época se podían comprar en los quioscos. .

Amapolo Nevera es un tipo bajito, algo cabezón, de elevado tupé y acostumbrado a vestir trajes la mar de elegantes que obtiene mediante métodos poco lícitos aplicados a una variedad infinita de incautos sastres. Es un solterón y un mujeriego que vive en casa de su tía Nieves, la cual es vilmente embaucada sin reparo siempre que a nuestro protagonista le surja la necesidad de hacerlo. Prototipo del vividor empedernido, con constantes exageradas convenientemente por su autor para una correcta adaptación al medio que nos ocupa, aunque fruto de unos tiempos descarnados y en exceso precarios donde la necesidad de sobrevivir hacían del ingenio y la picaresca el modo de vida de demasiada gente en más momentos de los que uno hubiera deseado.

Desde su primera aparición, en el número 42 de El DDT, la serie mantiene una periodicidad de una página por semana y se mantiene así prácticamente hasta su desaparición, en agosto de 1957, coincidiendo con el número 328 de la revista y a la vez con la marcha de Cifré al proyecto de Tío Vivo. Las historias que se publican son auto-conclusivas, a la vez que mantienen argumentos y personajes muy similares, que no iguales, durante toda la vida del personaje. Como era también habitual, la estructura de composición de página consiste en seis tiras de unas dos o tres viñetas en blanco y negro o en el bitono rojizo y negro habituales de la época. En alguna ocasión, la composición de la plancha se hacía coincidir, en proporción de dos tercios a uno, con alguna otra sección de la revista, como pudieran ser los famosos Diálogos para besugos.

A finales de 1959, fracasado el proyecto cooperativista de Tío Vivo y su absorción por parte de Bruguera, Cifré volverá a publicar en El DDT, concretamente desde su número 449, pero la serie Amapolo Nevera será sustituida por una nueva titulada Filiberto Monreal (que nunca tiene un real), donde el autor realizará una especie de segunda etapa, tomando algunas ideas del proyecto que nos ocupa y aportando alguna nueva.

Dado a contar historias sobre personajes individuales que hacían de su capa un sayo, Cifré establece con Amapolo Nevera una curiosa discordancia al introducir la figura de la tía Nieves al inicio del año 1953, hacia el número 90 de la revista, con la cual el protagonista, pese a ser un soltero empedernido, vive una relación casi matrimonial donde muchas veces se confunde el cariño de una sufrida esposa con el de una madre que ya no sabe muy bien qué hacer con el caso perdido que es su hijo desagradecido. Salteada de cientos de situaciones rocambolescas, el ingenio del protagonista, siempre sonriente pese a la adversidad, para salir adelante en la vida sin pegar un palo al agua y el trazo preciosista de Cifré hacen de esta serie una de las más entrañables de la época, a la vez que nos muestra situaciones que desgraciadamente eran una realidad en los años en los que estas viñetas se publicaban.


El DDT número 42, marzo de 1952

El DDT número 43, marzo de 1952

El DDT número 90, enero de 1953

El DDT número 328, agosto de 1957



Guión: Carlos Bech
Dibujo:Guillermo Cifré
Color:B&N / Bitono
Editorial:Editorial Bruguera
País: España Páginas: > 250 Años: 1.952 / 1.957