Alma de Dragón

Con fecha de portada de junio de 1972 salía a la calle el número 39 de la imprescindible revista Trinca y en su interior, sin haber sido anunciada previamente, comenzaba una nueva serie firmada por el madrileño Esteban Maroto cuyo título era Alma de Dragón. Apenas tres meses después de la aparición de esas primeras páginas los lectores veían el último “Continuará” de una propuesta que contaba con todos los alicientes para haberse convertido en todo un éxito internacional, posiblemente hubiera cambiado de forma radical la trayectoria del autor español y quien sabe si la producción misma de historietas española.

Ya en el año 1978, la editorial Nueva Frontera publica en blanco y negro y en el número 7 de la revista Bumerang las páginas que ya se vieron en Trinca y completa finalmente la historia con la impresión una docena de páginas más que Maroto dibuja para la ocasión no sin cierta desgana y quizás como concesión a todos aquellos lectores que quedaron a la espera de la continuación, pues para él el proyecto ya había quedado finiquitado tiempo atrás.

La historia de Alma de Dragón nos sitúa en el planeta Dragón, un mundo maravilloso plagado de recursos naturales perteneciente a la constelación Escorpión en el que se han fijado los militares del imperio de Tecnos para su conquista y posterior colonización. Sobre su superficie encontrarán una resistencia inusitada en la forma de una bella mujer que responde al nombre de Alma y que parece contar con extraños poderes obtenidos directamente de los espíritus de los poetas, una antigua raza que abandonó hace tiempo su existencia corpórea y que ahora velan por la salud de su antigua morada y la de los seres que la habitan. Para acabar con la rebelde, el cerebro de Tecnos elige al habitante 375-C.E.G. con la intención de que consiga ganarse la confianza de la mujer y finalmente logre capturarla.

Si con 5 por infinito Maroto ya había demostrado ser uno de los mejores autores que ha dado el cómic español, en Alma de Dragón desarrolla un dibujo mucho más elaborado que mezcla un guión de corte futurista ambientado en un escenario fantástico lleno de posibilidades. Muchas de las planchas que conforman la única historia de la que se compuso lo que seguramente debía ser un propósito a más largo plazo están estupendamente ordenadas y magníficamente coloreadas a rotulador, lo que en conjunto nos da la oportunidad de contemplar uno de los trabajos más hermosos que se han dibujado en la historia del cómic mundial y a la vez nos hace reflexionar acerca del por qué un autor como Maroto abandonó esta serie y, al igual que muchos autores de talento, terminó recibiendo encargos en mercados extranjeros y desarrollando parte importante de su carrera fuera de su país.





Guión: Esteban Maroto
Dibujo: Esteban Maroto
Color: Esteban Maroto
Editorial: Doncel (Revista Trinca)
País: España Páginas: 36 Año: 1.972/1.978