08 Jul 2020 1 comentario
The walking dead / Los muertos vivientes
Herido de gravedad durante el transcurso de un tiroteo en una pequeña ciudad de Kentucky, el sheriff Rick Grimes es trasladado a un hospital en el que aparentemente permanece en coma varios meses. Cuando al fin despierta, comprueba que la ciudad está plagada de lo que parecen ser cadáveres andantes con tendencia a devorar todo aquello que aún quede con algo de vida. La vida de Rick, de su familia y de todo el que ha logrado sobrevivir a lo que sea que haya pasado, ha cambiado para siempre, convirtiéndose la lucha por seguir respirando cada minuto en una constante.
En octubre del año 2003, de la mano del escritor Robert Kirkman, que unos meses antes había comenzado junto a Cory Walker la popular serie Invincible, y dibujada en primera instancia por Tony Moore, sale al mercado el primer número de The Walking Dead bajo el sello editorial de una ya afianzada Image Comics que se veía en la necesidad de publicar material de nuevos y prometedores autores tras la marcha de muchas de sus figuras más notables. La serie, que en un principio iba a desarrollarse temporalmente en futuro utópico, es reconducida tras el rechazo de los editores hacia un entorno más tradicional, pasando a convertirse en una especie de continuación de Night of the Living Dead, una película de George A. Romero que vio la luz a finales de los años sesenta. Si bien la idea original habría sido utilizar el título y algunos caracteres de la película, aconsejados por Jim Valentino, cofundador de Image Comics, los autores cambian el título y la ambientación para controlar por completo la creación, pues la película de Romero pertenecía al dominio público y podía causar problemas con los derechos en el futuro.
No estando del todo clara la causa, Tony Moore abandona el dibujo de la serie en el número seis, ilustrando únicamente de las portadas hasta finales de 2005 y pasando a hacerse cargo del mismo Charlie Adlard hasta la finalización de la saga. Cliff Rathburn se encargará igualmente de aplicar tonos de gris al dibujo de Adlar y de colorear las portadas. Dado el corto periodo de tiempo que Moore pasa dibujando a los personajes, es el arte de Charlie Adlard el que definirá los caracteres de todo el universo de The Walking Dead. Con una composición clásica donde predomina un conjunto de tres o cuatro tiras de viñetas por página y se da preferencia a primeros planos de los rostros de los personajes, el dibujo de trazo informe y lóbrego de Adlard apenas sufre variación perceptible a lo largo de los más de tres lustros que dura la obra, lo que confiere a la misma una cohesión que rara vez en el mercado estadounidense alcanza una producción de este tipo.
En el número 115 y coincidiendo con el cambio de periodicidad, Stefano Gaudiano se incorpora al equipo creativo para encargarse del entintado de los lápices de Adlard, confiriendo mayor solidez a las páginas del cómic y sin ocultar lo más mínimo el trabajo del dibujante principal. La producción de la obra se alargará hasta julio de 2019, momento en el cual Kirkman decide poner fin a la misma sin previo aviso. Falto de ideas que refrescaran las tramas de la historia, el autor acaba con ella en su número 193 y con ello cierra la que sería una de las series más populares de las primeras dos décadas del siglo XX.
Si bien las ventas y la acogida del cómic fueron notables durante las fechas en las que éste se estuvo publicando, recibiendo dos premios Eisner en los años 2007 y 2010, el salto hacia adelante de The Walking Dead en cuanto a popularidad e incluso se podría especular que en lo que respecta a su extensión, viene de la mano de su adaptación a la televisión por parte del canal AMC. En agosto de 2009, la cadena de cable compra los derechos para su rodaje y lanza una serie a finales del año 2010 que se extenderá en el tiempo durante más de diez años y guardará ciertas similitudes con la obra original, aunque a medida que avanza la producción se harán evidentes ciertas desviaciones.
The Walking Dead es la historia de supervivencia de unos hombres en un mundo donde, de la noche a la mañana, han cambiado las reglas del juego. Los autores, más allá de trabajar en una trama determinada que dirija los pasos de los protagonistas hacia un final prefijado, cuentan las vivencias de esos personajes en un mundo por completo rediseñado que ya no parece tener vuelta atrás. Lo que sea que ha hecho que determinados humanos se conviertan en muertos vivientes y la posible solución que saque a la humanidad de ese atolladero pasa directamente a un segundo plano, siendo la cotidianeidad de unas vidas en un entorno hostil e implacablemente mortal el hilo conductor de toda la serie.
Robert Kirkman, la joven promesa de una Image descabezada diez años después de su fundación, desarrolló una obra que se ha hecho con hueco en la historia de los cómics no por su adaptación a otros medios sino por méritos propios. Una trabajo honesto y clasicista que, bajo un halo de aparente sencillez, muestra al lector algo tan complejo como el comportamiento del ser humano en condiciones extremas sin olvidar en momento alguno el verdadero objetivo de toda la producción: la diversión del lector a toda costa.
Títulos que componen la obra:
001–006 Days Gone Bye
007–012 Miles Behind Us
013–018 Safety Behind Bars
019–024 The Heart’s Desire
025–030 The Best Defense
031–036 This Sorrowful Life
037–042 The Calm Before
043–048 Made to Suffer
049–054 Here We Remain
055–060 What We Become
061–066 Fear the Hunters
067–072 Life Among Them
073–078 Too Far Gone
079–084 No Way Out
085–090 We Find Ourselves
091–096 A Larger World
097–102 Something to Fear
103–108 What Comes After
109–114 March to War
115–120 All Out War – Part One
121–126 All Out War – Part Two
127–132 A New Beginning
133–138 Whispers Into Screams
139–144 Life and Death
145–150 No Turning Back
151–156 Call to Arms
157–162 The Whisperer War
163–168 A Certain Doom
169–174 Lines We Cross
175–180 New World Order
181–186 The Rotten Core
187–193 Rest in Peace
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rodrigo
Ago 14, 2024 @ 16:37:08
Leí la serie hasta ese final sin gusto a nada de la guerra contra Negan. De ahí dejó de interesarme. Igual tiene un sórdido encanto.