20 Mar 2012 3 comentarios
Frank et Jérémie
Hacía poco que el año 1956 se había iniciado cuando un joven Jean Giraud que cursaba sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas de París comenzaba a dedicar sus fines de semana a obtener alguna ganancia con los conocimientos adquiridos gracias al siempre sufrido estudio, aunque en el caso que nos ocupa fuera aprendizaje buscado y totalmente consentido. Fruto de ese entusiasmo se comienza a publicar en la por aquel entonces revista mensual Far West la primera serie que saldría del pincel del artista: Frank et Jérémie. Giraud tenía 17 años.
Codeándose con personajes como Billy the Kid o Davy Crockett, las páginas de Giraud aparecen desde el número 10 hasta el 17, reflejando en sus portadas los meses de febrero a julio de 1956, lo que apenas da para un puñado de historias que no permiten en modo alguno ahondar en el desarrollo de la personalidad de los protagonistas ni desde luego observar algún tipo evolución artística. A buen seguro que la marcha del autor hacia México, donde vivía su madre, cortó de raíz las colaboraciones pecuniarias de un dibujante que ya no volvería a publicar en serio hasta principios de los sesenta.
Básicamente, Frank y Jérémie son dos compañeros de correrías que andan continuamente metiéndose en líos en un poblado del oeste de los Estados Unidos. Frank es alto y delgado, siempre viste con chaleco negro, pañuelo claro al cuello y sombrero blanco, al estilo de Lucky Luke. Jérémie es algo más bajo, viste pantalones negros que sostiene con tirantes, sombrero del mismo color y luce unos largos bigotes negros que le llegan casi hasta el cuello. Pese a las buenas intenciones para llevar a término cualquier asunto, siempre consiguen que la situación se de la vuelta y se ponga en su contra, lo cual les deja siempre en una posición poco agradable cuando se llega al final de la historia.
Más allá del discutible valor artístico de la obra, Frank et Jérémie nos sirve para observar los inicios de Jean Giraud en el mundo del cómic. Tremendamente influido por los autores a los que él consideraba pilares de la historieta, sus dibujos beben directamente de los trazos de Jijé y sus argumentos casi copian las historias de Morris, hasta el punto de que uno de los protagonistas es casi un calco de Lucky Luke y el otro quiere parecerse a alguno de los hermanos Dalton. Habrá que esperar aún algunos años hasta ver como el futuro y aventajado alumno de Jijé se convierte en el dibujante del Fort Navajo de Charlier y adquiere una personalidad propia y un desarrollo artístico que le convertirán en uno de los autores más importantes de la historia del noveno arte.
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Mark de Zabaleta
Mar 20, 2012 @ 08:13:49
Es impresionante la influencia del cómic francés…
http://www.markdezabaleta.net
Business Economic Consulting S.L.
Meisenhauser
Mar 20, 2012 @ 12:49:06
Muy interesante el artículo; sabemos que es normal que los autores evolucionen, pero la verdad es que sus obras de juventud siempre nos sorprenden.
Aunque aparte de Jijé, diría que tenía mucha influencia de Morris y no solo por los personajes.
Meisenhauser
Mar 20, 2012 @ 12:53:41
Aclaro, que no puedo editar mi anterior comentario XD: me refiero a influencias de trazo con lo de Morris.
MhBeyle
Mar 20, 2012 @ 14:53:34
Se te entiende perfectamente. Y estoy de acuerdo.
No olvidemos que Morris y Jijé son sus dos ídolos de juventud. Al menos hasta que se marcha a México, prueba la marihuana y conoce a otro tipo de artistas.
Y no olvidemos tampoco que Jijé y Morris eran prácticamente de la misma escuela, al igual que Franquin o Peyo. Con el tiempo cada uno desarrolla su estilo propio pero en los inicios las similitudes son evidentes.
Saludos.