20 Años después

A finales de 1974, Creaciones Editoriales, la agencia de distribución de la editorial Bruguera, pone en circulación una tira de la que no se llegan a crear más de una treintena de paneles. Su autor, Carlos Conti, se encontraba en la etapa final de su existencia, aquejado de una dolorosa enfermedad que apenas le dejaba ya dibujar y que terminaría con su vida en menos de un año. La tira, pensada para su distribución en el extranjero, se titulaba 20 Años después y contaba las desventuras de un matrimonio de mediana edad al que lo cotidiano golpeaba con toda la dureza del hartazgo y la mala leche. La pobre pareja, que no explica en ningún momento al lector cómo es posible que sigan conviviendo, ya no se soporta y convierte cualquier gesto del consorte en algo tedioso e insoportable que los hace cada vez más infelices.

Al no tener constancia de que la tira se llegase a publicar fuera de las fronteras españolas y al no firmar Conti las mismas con la fecha, tendremos que dar por válida como primera publicación la del diez de noviembre de 1974 en las páginas del diario catalán La Vanguardia. Como hemos dicho, la tira se publicará aproximadamente durante un mes y desaparecerá para siempre en diciembre. La composición, siempre conclusiva, se ofrecía en paneles de cuatro viñetas horizontales sin diálogos de ningún tipo, a excepción de alguna onomatopeya casual surgida de la boca de alguno de los protagonistas. No hay secundarios y cuando una tercera persona es necesaria para el desarrollo de la trama, se muestra como un objeto inanimado, sin intervención alguna.

Lejanamente inspirada en el Andy Capp de Reg Smythe, la tira de Conti se aleja desde el primer instante de aquella, y donde en una el parasitario protagonista principal hace que la relación conyugal sea una cuestión de fe para la sufrida mujer, en la otra el autor nos muestra con toda dureza una relación completamente acabada donde cada uno de sus integrantes desea el fin del oponente de forma literal. El matrimonio, después de veinte años de existencia en común, está extinto y los protagonistas, que apenas dedican un par de viñetas a demostrarse algo de apego o felicidad, sueñan con una vida mejor que saben que no tendrán jamás. El humor de Conti, aunque se esconde hábilmente tras el chiste, se torna oscuro en esta serie y nos obliga a pensar que la dureza de su enfermedad ya no podía esconderse de su obra, reflejando en ella, más allá de un latigazo de su propia existencia conyugal, la amargura de un fin que sabía cercano.



17 de noviembre de 1974

1 de diciembre de 1974

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Los paneles, originalmente dispuestos en cuatro viñetas horizontales, se han adaptado en dos líneas de dos viñetas para una mejor visualización.



Guión: Conti
Dibujo: Conti
Color: B&N
Editorial: Creaciones Editoriales
País: España Páginas: 35 Año: 1.974