Viñetas para la historia (XXVII). Batman. Año Uno

Finiquitada la limpia en la serie Crisis on infinite Earths de los múltiples universos e historias paralelas que como setas habían aflorado cada vez con más alegría de las páginas de cuantos cómics de la DC se vendieran, llegó el momento de reiniciar los argumentos de todos los personajes que a partir de entonces formarían el nuevo “Universo DC”. Las principales series de la editorial son asignadas a autores de reconocido prestigio como John Byrne y Superman o George Pérez y Wonder Woman hasta que, llegado el turno de fijar al autor que se ocuparía de Batman, se opta por dar esa responsabilidad a Frank Miller, que ya se había encargado de escribir un año antes una de las mejores historias del personaje y que además había demostrado una solvencia indiscutible con otro solitario y urbanita de la editorial Marvel llamado Daredevil.

Para la realización de Batman: Year One, Frank Miller opta, seguramente influido por el éxito ya demostrado en su trabajo anterior y porque la historia iba a desarrollarse en escenarios similares, por traspasar el trabajo del dibujo a David Mazzucchelli. Juntos lograrán un resultado que con el paso del tiempo se ha definido a sí mismo como difícilmente superable y conseguirán situar la historia a la misma altura que la esencial The Dark Knight Returns a pesar de que una y otra cuentan cosas argumentalmente opuestas al menos sobre el papel.

El argumento, desarrollado entre los números 404 a 407 de una serie regular que no cambió su numeración y planteada como historia autoconclusiva e independiente, nos contaba las historias de dos personajes claves en el devenir de los acontecimientos del hombre murciélago. Por un lado se nos narran los primeros pasos como justiciero enmascarado de un joven Bruce Wayne que a la edad de veinticinco años ve como sus padres son cruelmente asesinados tras un intento de robo y decide dedicar su vida a erradicar la lacra de la delincuencia. Por el otro, se nos cuenta la llegada a una corrupta y decadente Gotham City del comisario James Gordon, un policía que luchará por mantener su integridad en un ambiente envilecido donde los crímenes más abyectos son cometidos al amparo de las fuerzas del orden público, asentadas definitivamente en la perversión y el vicio. Ambas historias, que transcurren temporalmente durante un año, están destinadas a cruzarse en un momento u otro de la existencia de los dos protagonistas y de ese encuentro surgirá una coalición que marcará sus vidas y los argumentos futuros de la propia serie.

Batman: Year One es sin lugar a dudas una de las mejores historias de Batman que jamás se hayan contado. Adoptando ciertas ideas que ya habían sido ejecutadas en Born Again y aportando algunas novedades propias del personaje tratado, los autores elevan la leyenda del murciélago a cotas nunca antes experimentadas. Frank Miller se encontraba en aquel entonces en la cima de su capacidad creativa y prácticamente todo lo que tocaba se convertía en un éxito de crítica y público. Con los cuatro números de los que se compone el relato firma la versión definitiva del personaje y deja su nombre grabado en la historia del cómic con letras doradas. Por su parte Mazzucchelli desarrolla el que hasta la fecha fue su mejor trabajo y, si hay que tener en cuenta los derroteros que adquirieron sus trazos posteriormente, para muchos quedaría como tal. Un estilo que se adapta casi a la perfección a la narración que se está presentando y que combina de forma magistral la línea sintética con el predominio de la mancha para sumergir al lector en el ambiente de crimen y decadencia que sirve de fondo a una historia soberbia que ya ha quedado inventariada en el grupo de las más importantes de los anales del cómic, copiada hasta la saciedad por multitud de autores sin ideas concretas que a lo largo de los años han recibido el encargo de relanzar algún personaje defenestrado.