Kid Arizona

En 1950 salía a la calle una publicación de Hispano Americana de Ediciones bajo la cabecera de Humor de Bolsillo. En su primer número Conti ponía en escena a un pistolero llamado Kid Arizona que, cabalgando a lomos de su caballo Relámpago y armado con sus pistolas y su bondad, procuraba poner orden como buenamente podía en la ciudad de Tekansas City. En esta primera –y única– historia, se enfrentará al malvado Garbanzo Negro, un ladronzuelo perverso y sin escrúpulos que aterroriza a los habitantes de la región y les roba cuanto tienen. El título, Kid Arizona contra Grabanzo Negro, dejaba adivinar futuras historias que nunca llegaron a imprimirse, quizás por el reciente compromiso del autor con la editorial Bruguera.

La composición de las páginas, lastrada por el pequeño tamaño de la publicación –cuadernos de 8×17 cm–, se limitaba al dibujo de dos o tres viñetas por plancha, lo que en la práctica no daba más que para tres o cuatro láminas en el formato convencional. En dichas viñetas se asoma tímidamente el lenguaje de Conti, con chistes muy irónicos y textos cargados de imaginación, donde cada bocadillo era una pequeña e hilarante joya. El dibujo apenas se acerca a lo que serían sus rasgos de autor definitivos y se presenta aquí con trazos redondeados y con los perfiles de los distintos personajes claramente detallados, aún muy alejado de la línea sintética que haría fácilmente reconocible su dibujo unos años después.

Como complemento a la historia de Kid Arizona, Conti dibujó una serie de chistes de una sola viñeta que llenaban la parte interior de portada y contraportada, con una temática que nada tenía que ver con la historia e intérpretes principales.

El recurso de los personajes antitéticos será utilizado por Conti en alguna de sus obras más populares, como Apolino Tarúguez o El doctor No y su ayudante Sí.

Viñetas del número 1 de Humor de bolsillo (1950)