Gaston Lagaffe / Tomás el gafe

La vuelta de André Franquin a la editorial Dupuis tras diversos problemas laborales que llevaron al autor a trabajar durante una temporada para la competidora Le Journal de Tintin, supone por una parte la continuación de las aventuras de Spirou et Fantasio y por otra la cesión de la editorial de un espacio donde Franquin pudiera explayarse a su gusto con una libertad creativa de la que por razones evidentes nunca iba a gozar con la serie del botones Spirou. Bajo esa premisa Franquin crea a principios del año 1957 a Gaston Lagaffe, uno de los personajes más importantes e influyentes de la historieta internacional que, al menos en Europa, marcó durante décadas las directrices bajo las cuales debía realizarse una serie de éxito.

Los primeros esbozos del personaje comienzan a publicarse en la revista Spirou desde su número 985, que tenía fecha de portada del 28 de febrero de 1957. A lo largo de nueve meses los dibujos de Franquin aparecen repartidos por diversas secciones de la revista y siempre rodeados del dibujo de unas pisadas que diferencian del resto de los textos a la que será la nueva publicación del semanario. El primer número de diciembre de 1957, el 1025, contiene la que puede considerarse como primera tira del personaje, siendo la aparecida en el número siguiente la primera con numeración. Hasta 1968 las historias cuentan con guiones de Jidéhem –Jean De Mesmaeker, caracterizado dentro de la propia serie como un rico hombre de negocios llamado M. De Mesmaeker– y se estructuran en dos tiras de dos o tres viñetas que quedaban impresas, a razón de una por página, en la parte inferior de las secciones de artículos. A finales de 1959 la disposición de las tiras se unifica y se comienza a publicar a media página en el interior de la revista. El tremendo éxito del personaje le hace saltar a la portada de Spirou a comienzos del año 1962 y allí se quedará durante más de tres años tras los cuales pasa a la tercera página –la primera tras la portada– acompañando al texto de redacción. A mediados de 1966 Gaston Lagaffe adopta el formato de página completa organizada en cuatro tiras horizontales que ya no abandonará hasta finales de 1973. En esas fechas y coincidiendo con el propio estado de ánimo del autor, las nuevas entregas de la serie pierden su periodicidad de forma paulatina y aparecen irregularmente hasta al menos 1982, año en que Franquin cae presa de una intensa depresión y abandona por completo los tableros de dibujo. La última plancha publicada, la 909, se imprime un 26 de junio de 1991 en el número 2776 del semanario que vio nacer a la que quizás fue la creación de mayor éxito del siglo pasado en Europa.

Las premisas bajo las cuales se desarrollan los acontecimientos en las páginas de la serie no son en absoluto complejas. Gaston se presenta a los lectores como un nuevo componente de la redacción de la revista, una especie de chico de los recados que construye su mundo alrededor de la propia oficina y de sus integrantes. Es holgazán a rabiar, muy cándido y le rodea un halo de mala suerte que suele incidir directamente en sus sufridos compañeros de trabajo. En su vago deambular diario le acompañan un gato medio desquiciado y una gaviota amaestrada que hacen perder de forma constante los nervios y parte de su faena a cuantos se cruzan con ellos. A menudo se le observa conduciendo un desvencijado Ford T, tocando una especie de extraño trombón en algún rincón perdido del edificio o inventando cualquier cosa imaginable por estrafalaria o increíble que pueda parecer.

Partiendo de un escenario en apariencia limitado, Franquin consigue elevar la serie a la categoría de obra maestra gracias a la riqueza de los personajes y a las situaciones en las que estos se ven envueltos en cada entrega. No hay tesitura lo suficientemente disparatada que no sea superada una semana después por otra más desquiciada. El escenario se llena con una caterva de personajes que parece no tener fin, a cual más divertido o singular, y todos ellos receptores de las meteduras de pata del atolondrado personaje protagonista. Todo ello aderezado con el trazo excepcional de un dibujante que creó escuela al marcar con sus ideas casi toda la trayectoria de una revista y al que muchos por toda Europa trataron de imitar y hasta plagiar de forma descarada sin conseguir acercársele siquiera.

Gaston Lagaffe es la obra que representa toda la evolución personal y artística de André Franquin. En ella, escondidas entre textos de un humor aparentemente juvenil y con personajes que representan cada una de las facetas posibles del hombre, se pueden entresacar sus obsesiones y sus razonamientos sobre la condición humana y el mundo. Creado a su imagen y semejanza simboliza desde el inicio una parodia del propio autor que plasma aquí, más en su trazo que en el chiste, todo su desarrollo vital, desde los inicios joviales e inocentes, pasando por la pérdida de la candidez y terminando con el trágico enfrentamiento final del creador con el mundo real.




Spirou 1143 (10/03/1960)

Spirou 1323 (22/08/1963)

Spirou 1331 (17/10/1963)

Spirou 1405 (18/03/1965)

Spirou 1508 (09/03/1967)

Spirou 1646 (30/10/1969)

Spirou 1743 (09/09/1971)

Spirou 1673 (07/05/1970)

Spirou 1758 (23/12/1971)

Spirou 1774 (13/04/1972)

Spirou 1784 (22/06/1972)

Spirou 1775 (20/04/1972)

Spirou 1797 (21/09/1972)

Spirou 1804 (09/11/1972)

Spirou 1810 (21/12/1972)

Spirou 1842 (02/08/1973)


Spirou 1902 (26/09/1974)


Spirou 2114 (19/10/1978)



Guión: André Franquin / Jidéhem
Dibujo: André Franquin
Color: André Franquin / Estudio Dupuis
Editorial: Dupuis
País: Bélgica Páginas: ±950 Año: 1.957/1.991