Don Alirón y la ciencia ficción

Don Alirón es un enamorado de cuanta tecnología novedosa caiga a su alcance y, muy especialmente, de todo lo relacionado con la ciencia-ficción. Hombre de mediana edad, con poquito pelo y algo miope, viste pajarita roja con lunares, chaqueta negra siempre abrochada, pantalones azules y calzado oscuro. Habitualmente es un hombre respetable y de formas cuidadas, pero cuando tiene oportunidad es capaz de cometer las locuras más estrafalarias y no duda en ponerse en peligro físicamente con tal de llevar a cabo sus sueños futuristas.

Don Alirón y la ciencia ficción nace en el semanario DDT durante la primera mitad del año 1969, dos años después de la renovación de la cabecera, que había iniciado su tercera época en 1967. Conti se encuentra en plena madurez creativa y su labor como dibujante ya se reconoce incluso a nivel mundial. Para la serie, el autor decide poner sobre el papel la tecnología y los avances científicos –temática que repetirá en El doctor No y su ayudante Sí al año siguiente–, elevándolos a la categoría de chiste cuando pone tras esos avances la palabra “ficción”, con la que consigue que todo lo que sucede alrededor de las andanzas del protagonista sirva para contar un chiste temático. Así, es muy normal en la vida de Don Alirón encontrarse con extravagantes seres de otros mundos que conversan con él como si tal cosa, probar los aparatos más extraños que uno pueda imaginarse o prestarse voluntario para cualquier asunto, siempre y cuando le permita conseguir el fin de ver el futuro o tener entre sus manos algún avance imposible.

Las historias del personaje solían ocupar media página con tres filas de viñetas, conteniendo la primera de ellas el título de la serie y la firma del autor. Además de aparecer en DDT, las planchas se publican también en otras cabeceras de Bruguera y muy especialmente en Gran Pulgarcito. Si bien Conti fallece en el verano de 1975, algunas historias del personaje siguieron apareciendo en diferentes títulos de Bruguera durante algún tiempo, aunque, al igual que hacía con el resto de personajes, casi la totalidad de las mismas fueron reediciones que la editorial imprimió hasta su cierre definitivo.

Gran Pulgarcito nº 37 (octubre de 1969)

Gran Pulgarcito nº 45 (diciembre de 1969)

Gran Pulgarcito nº 22 (junio de 1969)