Bloodstar

Partiendo de un relato de Robert E. Howard titulado The Valley of the Worm, Richard Corben trabaja durante nueve meses del año 1975 en una adaptación al cómic que con el paso del tiempo sería considerada por muchos como la primera novela gráfica de la historia. Bloodstar aparece publicada en forma de álbum sin serialización previa en el año 1976 y la propia editorial promociona su salida refiriéndose a la misma como “graphic novel”, un concepto que en aquella época no se utilizaba para referirse a una historieta y que adquirirá un significado completo con la aparición de A Contract With God de Will Eisner en 1978.

El argumento de la obra nos cuenta como nuestro planeta se ve afectado por un desastre de naturaleza cósmica que termina con la existencia de una gran parte de los seres vivos y transforma a casi todo el resto en algo horroroso y terrible. Los pocos seres humanos que logran salir adelante lo hacen recurriendo a la agrupación primigenia, cazando y luchando día tras día para no perecer en un mundo que se ha convertido en un elemento demasiado hostil para algo parecido a una existencia pacífica. Uno de esos hombres, el viejo Grom, es herido mortalmente durante una cacería y mientras transcurren sus últimas horas de vida, velado por su joven protegido, le cuenta a éste la historia de su padre Bloodstar, que supo hallar la amistad en el enemigo derrotado, que transgredió las leyes de su pueblo y aceptó el exilio por el amor de una mujer y que se convirtió en el primer héroe de la edad del humo y el fuego al tener el coraje de enfrentarse a las tinieblas y el horror del rey del abismo del norte.

La novela de Howard ya había sido adaptada al cómic en 1973 de la mano de Roy Thomas, Gerry Conway y Gil Kane en el tercer número de Supernatural Thrillers y Richard Corben comenzará el trabajo en Bloodstar desde aquella adaptación, partiendo de bocetos del propio Gil Kane y de textos de John Jakes que retocará y a los que añadirá más contenido. En una edición posterior publicada por Ariel Books en 1979 y en contra de las ideas de su principal creador, John Pocsik recibirá el encargo de reescribir los textos y en otra, publicada por entregas entre 1980 y 1981 en la revista Heavy Metal, se terminó de estropear el trabajo de Corben con una horrible rotulación mecánica y la aplicación de un color que trataba de imitar la técnica del artista sobre una obra que había sido pensada desde el principio en blanco y negro y que acabó con buena parte del atractivo de la composición.

A pesar de los rodeos comerciales, el trabajo inicial que Corben realizó en Bloodstar fue a la postre uno de los mejores de su carrera, reconocido por la crítica como una de las adaptaciones más destacadas de una historia de Robert E. Howard que jamás se habían realizado. Planchas con fantásticos grises aerografiados que mostraban sin tapujos el dominio del dibujo de un autor en su mejor momento. Narración casi cinematográfica, perfección en el bosquejo de la anatomía humana y una iluminación perfecta que hacía de cada imagen algo excepcional son características que presentaban al lector una sucesión de escenas inolvidables que conformaron una de las obras más importantes de la historieta de todos los tiempos.

Escenas como la que narra la pelea de Bloodstar contra el tigre dientes de sable, la terrible prueba de los dientes de Ymir o la lucha final contra el engendro del valle de la maldición y su antiguo amigo Locknar quedarán grabadas para siempre en la retina de todo aquel que se acerque a contemplar esta gran obra.











Guión: Richard Corben y John Jakes
Dibujo: Richard Corben
Color: B&N
Editorial: The Morning Star Press
País: USA Páginas: 100 Año: 1.976