Las primeras viñetas (IX). Spirou

El 21 de abril de 1938, casi una década antes de que el maestro André Franquin iniciase su brillante andadura en la obra del botones más famoso de Europa, las primeras imágenes de Spirou aparecían impresas en la portada de un nuevo semanario juvenil belga, editado por Jean Dupuis, del que tomaba prestado su nombre (Le journal de Spirou).

Vestido con un uniforme rojo y una gorra que no ha abandonado en toda su andadura profesional, el futuro trabajador del Hotel Moustique daba sus primeros pasos de la mano de Robert Velter (Rob-Vel), que ideaba una pequeña historia donde el director del hotel, tras el fracaso de los primeros aspirantes a la vacante de botones, acudía al dibujante para que este le sacara del apuro. Y de esta manera, Spirou nace literalmente de un lienzo de dibujo tras ser mojado con un poco de “agua de vida”.

El nombre de Spirou fue tomado del idioma valón y significa literalmente “ardilla”, aunque puede igualmente traducirse de forma figurada como “travieso” o “bromista”, características que definirán claramente la primera época del personaje y que darán pie a la aparición, un año después, de la mordaz roedora Spip.