Las primeras viñetas (IV). Zipi y Zape

El viernes 23 de julio de 1948 llegaba a los quioscos el número 57 del semanario Pulgarcito con un precio de portada de 1,20 pesetas. La etapa, catalogada posteriormente como la quinta en la larga trayectoria de uno de los emblemas de Bruguera, ya había visto nacer a personajes como Don Pío, Carpanta, El reporter Tribulete, La familia Pepe o El inspector Dan.

Aquel verano del 48 la cabecera presentaría a los lectores una nueva creación de Escobar inspirada en la serie Max und Moritz de Wilhelm Busch y titulada Zipi y Zape Hermanos, que tenía como protagonistas principales a dos gemelos a los que únicamente era posible distinguir por el color de su cabello y cuyas travesuras solían traspasar con demasiada frecuencia el umbral de lo soportable. Aquella primera historia se tituló La casa de baños.

En aquellas tempranas viñetas la familia Zapatilla pasaba del apellido Feldespato al de Calabacín con una velocidad asombrosa, a la vez que Pantuflo respondía al nombre de Raguncio. Los dos hermanos gastaban una figura más estilizada que la que adoptaron muchos años después, aunque sus travesuras ya formaban el argumento principal de casi todas sus historias.