Apolino Tarúguez

Apolino Tarúguez es un despiadado hombre de negocios, muy violento y desconsiderado, que convive en la oficina donde desarrolla su actividad con su secretario Celedonio, un ser amable y generoso que sufre en sus carnes el maltrato del hombre que paga su sueldo. La vida en dicha oficina transcurre entre los tejemanejes del jefe y las consecuencias que dichos actos desencadenan, sobre todo, en el cuerpo del pobre Celedonio, que pese a todo se mantiene fiel y obediente al tirano y a su empresa.

Con Apolino Tarúguez Conti trae a escena la figura de aquellos hombres que hicieron su riqueza en las miserias de la posguerra, estraperleando o sencillamente robando cuanto podían. Empresario por ostentación, refleja en la figura de su empleado toda la dureza que le es posible reflejar, hasta límites que en alguna ocasión rayan el sadismo.

Carlos Conti crea al personaje en los años 40 para la revista madrileña Cucú, una tímida y desfasada competidora de La Codorniz que finaliza su publicación en 1948. Ya en la editorial Bruguera, Conti recupera al personaje bajo el título de Apolino Tarúguez, hombre de negocios y comienza a publicarse desde el número uno de la revista El DDT, en el año 1951. A partir de 1955, la cabecera cambia de nombre y pasa a llamarse Apolino Tarúguez y su secretario, como reflejo del creciente protagonismo que ya ostentaba Celedonio. En 1957 Conti, junto a algunos de los autores que más material aportaban a Bruguera, crea una editorial independiente que publica una nueva revista llamada Tío Vivo. En ella, y demostrando el cariño que sentía hacia este personaje, el autor decide continuar con las andanzas de Apolino aunque, estando la propiedad de la creación en manos de Bruguera, se ve obligado a cambiar por enésima vez el nombre de la serie por el de Tarúguez y Cía. Poco tiempo después y ya fracasado el intento editorial, Conti volverá a Bruguera y continuará allí publicando páginas de Apolino en El DDT y en otras publicaciones similares de la casa, retomando de nuevo el título de Apolino Tarúguez y su secretario.

Cuando no compartían espacio con alguna columna de textos, las historias de Apolino Tarúguez se imprimían a página completa e incluso, coincidiendo con la aparición de algún número especial, se llegaban a dibujar hasta dos planchas.

Como sucede con una gran cantidad de personajes de la editorial Bruguera, debido a las reediciones de material y a las más que posibles páginas apócrifas, es complicado datar el final de la serie, pero todo parece indicar que este se produjo hacia finales de los años sesenta.



El DDT nº 88 (1953)

El DDT nº 7 (junio de 1951)

El DDT nº 27 (noviembre de 1951)



Guión: Conti
Dibujo: Conti
Color: B&N/Bitono
Editorial: Bruguera
País: España Páginas: Desc. Años: 1.944/1.970